Alessandro Baricco decía que un ensayo es «un ejercicio de pensamiento», es decir, un escrito en el que se está pensando algo a la vez que se crea. El acto de crear es el pensamiento en sí.

El género del ensayo, por ese motivo, no suele tener generalidades como otros géneros ni actúa como la ciencia, pues no trata de demostrar nada. Es decir, expone hipótesis, conjetura o sugiere pero sin concluir. Es un canto al sol, una propuesta de ideas que entabla un diálogo con el lector, al contrario de lo que hacen las monografías o los tratados.

Think Tank nace, por tanto, como una editorial de ensayo desde una perspectiva humanística. En ella caben la psicología, la antropología, la tecnología (sí, es un producto humanístico), el derecho, la sociología, la filosofía, la política… en fin, todo saber que nos sacuda la conciencia, que nos desordene las creencias y nos obligue a cuestionar aquello en lo que creemos.

¿Y cuál es su finalidad? Think Tank tiene vocación de ser un punto de referencia del que partan nuevos pensadores, una élite intelectual que nos ayude a entender las cosas de otro modo, como lo fue la Revista de Occidente de Ortega y Gasset en su momento, un laboratorio de alquimistas del pensamiento que elaboran nuevas propuestas, nuevas combinaciones, nuevos compuestos con los que experimentar.

El sueño que persigue Think Tank, por lo tanto, es reunir a aquellos que nos aporten las mejores ideas y elevar el nivel cultural de nuestros lectores, ávidos siempre de conocimiento.